Los CAEs serán los encargados de visitar a cada uno de los ciudadanos que serán sorteados para fungir como funcionarios de casilla el próximo 1 de julio, día de la elección. Les informarán que fueron seleccionados y deberán hacer una labor de convencimiento para que acepten participar; posteriormente, los capacitarán en las funciones que les toque realizar en la casilla.
Lo anterior, por sí solo, requeriría que los CAEs fueran personas no sólo competentes, sino además objetivas e imparciales, y que el proceso no se contaminara con personeros de los partidos políticos que pudieran "capacitar mal" (o sea, a su conveniencia) a los ciudadanos. Por lo anterior, el proceso de selección de los CAEs debería ser absolutamente transparente y fuera de toda sospecha. Sin embargo, no es así. Me explico a continuación.
Apenas terminada la aplicación del examen, comenzó a circular, procedente de Veracruz y posteriormente corroborado en otras entidades de la república, un correo con la siguiente información:
Examen para aspirantes a SCAEsQuienes hemos trabajado en el sector educativo, y principalmente en el área de Evaluación, sabemos que ningún examen que pretenda medir objetivamente el nivel de conocimiento de una persona, se elabora siguiendo un patrón tan burdamente fácil de "descifrar". Hacerlo es, simplemente, hacerse tonto. Cualquier persona con un poco de sentido común podría detectar cuál es el patrón que siguen las respuestas y, por lo tanto, responder el examen sin necesariamente poseer los conocimientos requeridos.
El sábado 21 de enero de 2012 se practicó el examen a los aspirantes a Supervisores, Capacitadores y Asistentes Electorales del IFE en los Distritos Electorales del Estado de Veracruz.
Se ha detectado una singular hoja de respuestas de tal manera que, quien tuviera información previa, pudiese contestar acertadamente el cuestionario. Se presume que el acomodo de las respuestas en la hoja respectiva responde a un diseño para facilitar el examen a personas que no necesariamente conocieran las respuestas correctas por el conocimiento de la materia, sino porque fueron informadas del orden de éstas en la hoja de solución del examen. Esto se ilustra en la siguiente tabla que muestra como estaba acondicionada la citada hoja de respuestas.
Tal esquema de respuestas no obedece a ningún criterio aplicable a la materia, por el contrario ilustra que se facilitó la respuesta del examen a personas en las que se tenía interés que lo aprobaran.
Preguntas: ¿a qué se debe que el IFE, regularmente tan escrupuloso, haya consentido la aplicación de un examen con tan evidentes errores de diseño? ¿Es que acaso se pretende inducir la entrada al grupo de CAEs, de determinadas personas, procedentes de algún partido político?


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